Hoy hablemos de quién no debería usar unCaminador de entrenamiento de rodilla. Es importante saber esto para mantenerse seguro y elegir la ayuda de movilidad adecuada.
Si tiene problemas con los problemas de equilibrio o coordinación, un caminante de entrenamiento de rodilla podría no ser la opción más segura para usted. Estos dispositivos requieren un nivel razonable de estabilidad para operar correctamente. Cuando use un caminante de rodilla, debe poder equilibrar su buena pierna mientras se impulsa hacia adelante. Por ejemplo, si tiene trastornos del oído interno que afectan su equilibrio o condiciones neurológicas que afectan la coordinación, usar un caminante de rodilla podría aumentar su riesgo de caer.
¿Tiene lesiones que afectan ambas piernas? Si es así, un caminante de rodilla no sería adecuado para ti.Caminantes de rodillaestán diseñados para personas que pueden soportar peso en una pierna mientras descansan la pierna lesionada en la plataforma acolchada. Si ambas piernas están lesionadas o debilitadas, simplemente no tendrá el soporte necesario para usar este dispositivo de manera segura. Por ejemplo, si ha tenido una cirugía bilateral de tobillo o fracturas en ambas extremidades inferiores, deberá considerar las ayudas de movilidad alternativas.
El uso de un caminante de rodilla efectivamente requiere una fuerza y resistencia de la parte superior del cuerpo adecuada. Deberá apoyarse usando el manillar y dirigir el dispositivo correctamente. Si tiene afecciones como artritis severa en sus manos, lesiones en los hombros o debilidad general de la parte superior del cuerpo, controlar un caminante de rodilla podría ser desafiante y potencialmente peligroso. La incapacidad de agarrar el manillar firmemente o aplicar los frenos rápidamente podría conducir a accidentes.
¿Ha revisado las especificaciones de su caminante de rodilla? La mayoría de los caminantes de rodilla tienen limitaciones de peso y altura. Si es excepcionalmente alto (generalmente más de 6'4 "o 193 cm), puede encontrar que los caminantes estándar de rodilla no se ajustan adecuadamente para su altura, lo que lo obliga a una posición incómoda encorvada. De manera similar, si su peso excede las recomendaciones del fabricante (a menudo alrededor de 135 kg o 300 lb), la integridad estructural y la estabilidad del caminante de rodilla podrían verse a la desanimación.
Si usted o su ser querido tienen importantes impedimentos cognitivos, un caminante de rodilla podría no ser la mejor solución de movilidad. Operar un caminante de rodilla de forma segura requiere la capacidad de comprender cómo funciona el dispositivo, recuerde usar los frenos adecuadamente y navegar alrededor de los obstáculos. Las condiciones como la demencia, las discapacidades de aprendizaje severas u otros problemas cognitivos pueden hacer que el uso de un caminante de rodilla sea desafiante y potencialmente peligroso.
¿Vives en un ambiente muy estrecho con pasillos estrechos o esquinas ajustadas? Los caminantes de rodilla requieren más espacio para maniobrar en comparación con muletas o caminantes estándar. Si su entorno de vida no proporciona un espacio adecuado para girar y moverse, un caminante de rodilla podría ser difícil de usar de manera efectiva e incluso podría causar daños a su hogar o lesiones por colisiones con muebles o paredes.
Ciertas condiciones de salud pueden hacer que un caminante de rodilla sea inadvisible. Por ejemplo, si tiene osteoporosis severa u otras afecciones que debilitan significativamente sus huesos, la presión y el impacto potencial al usar un caminante de rodilla podrían presentar riesgos. Además, si tiene problemas cardiovasculares graves que limitan su esfuerzo físico, el esfuerzo requerido para impulsar a un caminante de rodilla podría ser demasiado extenuante.
Si ha determinado que un caminante de entrenamiento de rodilla es apropiado para sus necesidades, aquí hay algunos consejos de seguridad importantes:
Ajuste a su altura correctamente: Asegúrese de que el manillar y la plataforma de rodilla se ajusten para adaptarse a su altura específica. Sus brazos deben estar ligeramente doblados al sostener el manillar, y su rodilla debe descansar cómodamente en la plataforma acolchada.
Siempre use los frenos: Cuando se detenga o se sienta, siempre coloque los frenos para evitar que el caminante se mueva inesperadamente. Practique el uso de los frenos antes de confiar en el Walker para una movilidad regular.
Use el calzado apropiado: Siempre use un zapato resistente y sin deslizamiento en su pie con peso para evitar deslizarse mientras usa el caminante de rodilla.
Comience lentamente: Comience practicando en un espacio abierto y ordenado hasta que se sienta seguro con su equilibrio y control antes de aventurarse en entornos más desafiantes.
Inspeccionar regularmente: Revise su caminante de rodilla con frecuencia para obtener piezas sueltas, frenos gastados o problemas de neumáticos que puedan comprometer la seguridad.
Si un caminante de rodilla no es adecuado para usted, considere estas alternativas:
Muletas: Las muletas tradicionales pueden ser adecuadas si tiene una buena fuerza de la parte superior del cuerpo y no necesita mantener el peso fuera de su pierna lesionada durante un período prolongado.
Caminantes estándar: Si puede poner algo de peso en su pierna lesionada, un caminante estándar podría proporcionar una mejor estabilidad que un caminante de rodilla.
Sillas de ruedas: Para las necesidades de movilidad a más largo plazo o si tiene lesiones bilaterales, una silla de ruedas podría ser más apropiada.
Rollator Walkers: Si puede soportar algo de peso en su pierna lesionada pero necesita ayuda con el equilibrio y el apoyo, un caminante Rollator con un asiento podría ser beneficioso.
Muleta con manos libres: Esta nueva alternativa le permite mantener el peso fuera de su pierna lesionada mientras sale de las manos libres, que algunas personas encuentran más conveniente que un caminante de rodilla.
Elegir la ayuda de movilidad adecuada es crucial para su recuperación y seguridad. Si no está seguro de si un caminante de entrenamiento de rodilla es apropiado para su situación específica, siempre es mejor consultar con un profesional de la salud, como un fisioterapeuta u terapeuta ocupacional. Pueden evaluar sus necesidades individuales y recomendar el dispositivo más adecuado.
¿Cuál es tu experiencia con la ayudas de movilidad? ¿Has probado un caminante de rodilla antes? ¡Recuerde, seleccionar la ayuda de movilidad correcta puede afectar significativamente su viaje de recuperación y su calidad de vida durante la rehabilitación!
Espero que esto te ayude a comprender quién no debería usar un caminante de entrenamiento de rodilla y qué otras opciones podrían ser más adecuadas. ¡Mantente a salvo y sigue moviéndote!
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